Por: Miguel
Ángel Ramos González , para el blog de la Tertulia “Come libros”
Bucaramanga, 15-Julio-2013
Los colombianos
estamos perdiendo (¿o ya hemos perdido?) el sentido y la capacidad de sorprendernos,
ante la avalancha de despojos, robos, cesiones, daciones y demás actos ilegales;
El ciudadano del común ha perdido el deseo,y por ende, la curiosidad y el
valor, la autoestima necesaria para conocer e
investigar sobre sus raíces familiares, morales, la querencia por su
suelo, por losvalores que antaño impulsaron a hombres de bien (en el sentido
literal de la palabra), a sacrificar sus vidas por la Patria, no en el
sentido de la etiqueta hipócrita de una sociedad enferma, que maneja el País,
desde el 20 de Julio de 1.810, fecha
en que ocurrió el sainete presentado por los criollosquienes se consideraban
por su heredad española, “Descendientes
de Don Pelayo” el fundador de la Iberia) que se confabularon contra la
indiada que a órdenes del prócer José María Carbonell y Martínez este sí, el
verdadero héroe de la lucha para celebrar el cabildo abierto, en la Independencia
lograda el 20 de Julio de 1.810, fueron ellos, quienes lograron quebrar la prepotencia del Virrey Amar
y su cohorte de gachupines y perdularios, que gobernaban por encargo del Rey
Fernando VII, logrando imponerse la multitud de indios, de plebes y de
artesanos, ante los desafueros del mal llamado prócer Camilo Torres, quien en
asocio de Francisco de Caldas (su primo), Rafael Acevedo y Gómez, José Miguel
Pey, (hermano del Nuncio Apostólico y alcalde mayor de Santa Fe de Bogotá, en esa fecha)quienes
desconocieron la labor de Carbonell, al frente de su indiada; Torres, ni
corto ni perezoso, cuando el Virrey Sámano, retomó el poder para los
invasores, en su sevicia y asesinatos de todo lo que le oliera a patriotismo,
Torres le envió una carta con la lista de los “revoltosos” que habían
conspirado contra la corona de España, en dicha revuelta.- (Os pregunto
amable lector: Habéis tenido la oportunidad de familiarizarte, conocer a
fondo, discutir, debatir y analizar para encontrar el real contenido del famoso “Memorial de
Agravios”?) que solo pedíaante los españoles encargados de la administración
de las Indias Occidentales, que a los criollos hijos de españoles, se les aceptara y participaran del poder, a la par con los
oidores y funcionarios llegados con nombramiento en mano, de su madre patria.-
Parece
que hay un clamor( y como escribió el poeta Jorge Zalamea en su poema “Las
Escalinatas”: y crece la audiencia,……) de las personas que más saben y conocen del
daño que se está haciendo a la memoria histórica del País,cuando hace más de treinta
años, se suprimió del Pensum oficial, en todos los niveles de la educación en
Colombia, la cátedra de Historia de Colombia, siendo reemplazada con un
“Batibu-rrillo” de materias, después de un vacío de casi 30
años después de que el Ministerio de Educación decidió sacar del pensum de
primaria y bachillerato la materia de Historia y crear la de Ciencias
Sociales -una mezcla de Geografía, Economía, Política, Antropología,
Sociología, Cultura e Historia- que no nos dice nada sobre nuestros valores como
ciudadanos.-
Me
permito adjuntar un artículo publicado por la Revista Semana, reconociendo su
propiedad intelectual y derechos de autor, en donde varios ex decanos y ex
profesores de la Universidad Nacional de Colombia, preocupados por la baja
autoestima al respecto del sentido de
pertenencia y patriotismo, que sufrimos
la gran mayoría de nativos, especialmente la clase política educada en
Harvard, así sea haciendo cursitos de ocho días, en Yale, y demás, en donde
les entrenan para ser rodillones, proclives a las martingalas, a las
posiciones araneras e ilegales,a obedecer sin chistar,ya que estas actitudes
personales, les producen utilidades en beneficio de su pecunio, (claro, a
nivel personal).- Estos Quijotes de la cultura ( Los profesores, se
sobreentiende), claman e ilustran sobre el terrorífico futuro de nuestro
sentido de pertenencia, del sentido de patriotismo, y en poco tiempo, seremos
unos seres nómadas, expatriados dentro de nuestra patria, (o ya lo somos con
más de cuatro millones de desplazados, los cuales son calificados como parias
sin dignidad y sin ningún sentido de pertenencia.-Recordemos
la frase del Vice-presidente Garzón al ministro de Hacienda, Mauricio
Cárdenas Santamaría, “úntese de pueblo!!” (El mismo del caso tan sonado de Dragacol,
en el gobierno de Pastrana Arango en esas calendas, por la no despreciable
suma de $ 26.000.000.oo Millones).-
Con
estos parámetros sobre la dignificación del ciudadano colombiano, entendemos las
razones y los méritos que tuvo el Gobierno Central, para nombrar como
Ministro de Educación, a una dama que su mejor cartas de recomendación, la
dio Fenalco y la Cámara de Comercio de Bogotá quien levantó ampollas con su
magistral y brillantísima idea y propósito de privatizar las Universidades
Publicas.-
Con
toda la razón, un embajador de los
Estados Unidosante Colombia, de cuyo nombre no quiero acordarme, exclamó en
una reunión en su País: “Los países situados al sur
del Rio Grande (Su frontera con México) son un grupo de aldeas que solo se
distinguen unas de otras, por los colores de las camisetas de sus selecciones
de futbol!!”.
Autor:
Miguel Ángel Ramos González,
La crisis de la Historia.Revista Semana Fecha: 24/03/2012 - Edición 1560 La crisis de la Historia, Tomado de: www. Revista semana.com.co
Artículo
publicado por la Revista “Semana” en
su edición número 1560, de fecha 24-03-2012.-
“A pesar de todo lo que se ha escrito y
descubierto en los últimos 40 años, muchos estudiantes son formados con el
libro ‘Historia de Colombia’ de Henao y Arrubla, publicado en 1910.”
|
POLÉMICA.- Las consecuencias de haber desaparecido la
cátedra de Historia en los colegios, unido a la baja calidad de los textos,
ha empezado a verse en la amnesia colectiva que se ha apoderado del país.
Prestigiosos historiadores piden reversar esta absurda decisión. Colombia es
uno de los países del mundo que menos atención y esfuerzo le pone a la
enseñanza y al estudio de la Historia, tanto, que hoy la mayoría de los
padres de los más de 10 millones de niños y jóvenes que van a los colegios
públicos y privados no saben que esta materia desapareció hace más de 20 años
de los currículos escolares. Por eso, muchos de sus hijos hoy no saben si
Nariño es un prócer, un ex presidente, un departamento, o un frente de las
Farc.
Mientras que en Estados Unidos
los estudiantes y ciudadanos tienen casi que a diario referencias de su
pasado, de sus padres fundadores, de la Constitución, de sus batallas,
triunfos o tragedias -como la Guerra de Secesión o la de Vietnam-, en
Colombia el 70% de los ex presidentes no tienen una biografía completa y los
textos con los que hoy se enseña el pasado son lamentables.
Por esta razón,un grupo de reconocidos
historiadores e intelectuales le ha empezado a pedir al gobierno, que frente
a la amnesia en la que cayó el país y ante semejante error pedagógico,
permita de nuevo la enseñanza de la Historia como materia única de primero de
primaria a grado once.
Las consecuencias de esa decisión están a la
vista. Darío Campos, profesor de la Universidad Nacional y director del Grupo
de Enseñanza de la Historia, dijo a SEMANA que la creación de la materia de
Ciencias Sociales es un reto exigente, ya que se requiere tener profesores
con un conocimiento de estas disciplinas. La paupérrima formación de los
docentes al respecto, hizo que al final los profesores terminaran usando
programas o libros caducos, como el manual de Henao y Arrubla de 1910, o, en
su defecto, a plegarse a los textos actuales de Ciencias Sociales, que en su
mayoría son de una calidad discutible. Todo esto ha redundado en que los
jóvenes lleguen a los 18 años sin saber qué clase de ciudadanos son y en qué
país van a vivir.
Jorge Orlando Melo, que hace unos años hizo un
estudio de los libros escolares, dijo a SEMANA que los textos de Ciencias
Sociales terminaron siendo muy livianos, por no decir flojos. "Son muy
descriptivos, basados más en contar un cuento sin referencias que en invitar
a la lectura, a profundizar en los temas y a reflexionar sobre el pasado para
comprender el presente".
Todo esto ha hecho que la enseñanza de esta
materia en Colombia, no solo en secundaria sino en todos los niveles, sea
pésima, dice Heraclio Bonilla, director del programa de Historia de la
Universidad Nacional. Además de la mala formación de los maestros, los textos
actuales están desactualizados y evidencian una separación entre lo que se
publica y descubre en la academia y lo que se enseña en las aulas escolares,
que es una historia conservadora, clásica, del siglo antepasado.
Esa falta de culto por la Historia puede ser una
de las razones por las cuales Colombia es uno de los países con un menor
nivel de patriotismo en el mundo, pues, si se quiere, historia y patriotismo
son conceptos que van unidos. Cuba y México son tal vez los países más
nacionalistas del continente, y no hay niño que no conozca todos los detalles
de sus revoluciones, la vida de sus héroes y el precio de lo conseguido.
Otro elemento que produce el conocimiento de la
historia, es la conciencia de las fronteras. Todos los venezolanos, por
ejemplo, conocen al dedillo el diferendo que existe en el golfo de Maracaibo
y sufren con el hecho de que Inglaterra les haya quitado la Guyana. Los
peruanos lamentan la pérdida de Arica. Los bolivianos, la pérdida del litoral
que les quitó el acceso al mar, o en el sur, las heridas de la Guerra del
Chaco todavía no sanan. En Colombia, por el contrario, hay una ignorancia
casi total del grueso de la población sobre los intereses fronterizos con
Venezuela. Ese tema en el país está reservado para personas como Julio
Londoño y un puñado de especialistas y ex cancilleres. La pérdida de
|
Panamá, que como dato curioso, todavía está en el escudo nacional sin
que se entienda por qué, ni siquiera causa rabia o indignación, es más, se
desconocen motivos y razones.
El historiador Fabio Zambrano dijo que los estudiantes colombianos
tienen el mismo conocimiento de la historia que el que tienen los de Estados
Unidos de geografía. "No hay una amenaza más grave para un país que el
“Alzheimer” en que hemos caído. La historia se escribe en el presente y explica
parte de las realidades y anhelos de una sociedad. Sirve para saber lo que
hemos construido, el largo camino que ha tomado obtener muchos de los derechos
y libertades actuales, así como para explicar también nuestras tragedias y
desastres". Sobre este tema, Melo dice: "Muchos pueden decir que la
gente puede vivir sin saber nada de su pasado, pero creo que para una sociedad
es sano saber de dónde viene, dónde está y para dónde quiere ir. Imagínese que alguien empiece a vivir a los
20 años con su memoria en cero, borrada, ¿podría vivir bien y planear su
futuro?".
Al ver la enseñanza que se está dando en los colegios, muchos académicos
se sienten frustrados y fracasados, pues la mayoría de lo que se ha escrito en
la Nueva Historia, nacida en los años sesenta con la creación de las carreras
de Historia, sigue sin llegar a las aulas. "Todos los 6 de agosto me
siento frustrado, porque si algo hay claro en la historia de Bogotá es que
Gonzalo Jiménez de Quesada no fundó Santa Fe con la construcción de 12
chocitas,(sic) sino que llegó a un poblado indígena. Pero uno ve, ese día, a
los estudiantes de los colegios llevando las maquetas de las 12 chozas y
repitiendo la misma historia conservadora que nos enseñaron de niños", dijo
Zambrano.
Incluso, dice Adolfo Meisel, historiador económico y gerente del Banco
de la República en Cartagena, los estudiantes de universidad tienen muy poco
conocimiento, enormes vacíos, pues ni han leído a los clásicos, ni conocen lo
que se ha publicado en los últimos años. "Eso se explica no solo porque
los libros son muy malos y aburridos, sino porque los historiadores se han
dedicado a escribir de cosas muy pequeñas y no hay textos nuevos, bien
escritos, que den un panorama global de la historia nacional".-
Estas y otras críticas demuestran que el retiro de la materia de
Historia de los programas de estudio fue un error que nadie cuestionó y del que
nunca se hizo una reflexión. Hoy, "más de dos décadas después, se puede
decir que fue un horror desde el punto de vista cultural, de identidad nacional
y de país. Primero, porque un ciudadano
debe saber dónde está parado.
Segundo, ahora que estamos en un mundo globalizado, el Estado debe
replantear y crear de nuevo una cátedra de Historia de primero a once, porque
las sociedades que no tienen conciencia de lo que son tienen el riesgo de
diluirse", dijo el reconocido historiador Álvaro Tirado Mejía. Tercero, Él
y otros historiadores hablan de la necesidad de que el Estado replantee el
pensum y de crear de nuevo la cátedra de Historia, fijando programas claros sin
caer en partidismos ni doctrinas, tal y como se hace en muchos países.
El prestigioso historiador Marco Palacios dijo que es tiempo de revertir
esa "decisión patética y garrafal". Es hora de volver a ser sensatos
y devolverle el equilibrio a la educación. El Estado, como en otros países,
debe propender que se enseñe Historia y Geografía, diseñando planes de estudio
que incluyan lo que debe saber un bachiller. "Eso está inventado y ya hay
suficientes y dolorosas experiencias para hacerlo bien, sin pasiones y
partidismos".
Así como el Ministerio saca su regla para evaluar a todo el mundo, es
hora de que lo haga con su propia gestión en los últimos años. La polémica
sobre devolver la cátedra de Historia y Geografía está abierta. En sus manos
está que no seamos víctimas del famoso refrán de: "quien no conoce su
historia está condenado a repetirla". (Sic)
Tomado de:
Revista Semana Fecha: 24/03/2012 - Edición 1560 “ La
crisis de la Historia”, www. Revista semana.com.co
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