Lectores Comelibros

Lectores Comelibros

martes, 9 de julio de 2013

COLUMNA DE APAGOS

                            COLUMNA DE APAGOS
                                                           Por Efer Arocha. Bucaramanga

                                                                                                                            8 de junio de 2013

En la tertulia Comelibros, situada en el sótano de la biblioteca Gabriel Turbay, siguiendo  la ya lejana tradición de reunión de los sábados; el encuentro se dedicó al recibimiento de la familia venezolana del poeta Pablo Zogoibi, a Jesús María Stapper, poeta que vino de Bogotá para la exaltación de Zogoibi el día anterior, deseaba compartir con los tertulios traga libros, rememoraciones compungidas vividas con el Zurcidor de versos en cuita.
Los Zogoibi de Venezuela, ( Antolinis), Delegación conformada por una médica y por un tri-ingeniero. Ella, nos habló de sus ascendientes en detalle y  también del árbol familiar. El ingeniero heredó de su pariente la cualidad inata de las lenguas; domina una decena de idiomas aprendidos en Europa cuando hacía sus distintos doctorados y también en Caracas.

Jesús María nos contó en medio de una saliva bañada de pesar vivencias con Pablo. Supimos que buena parte de su producción se encuentra esparcida en publicaciones de izquierda de todo tipo, entre las que se cuenta el periódico del partido comunista, el boletín de la  ex-embajada soviética en Bogotá y revistas culturales. Repitió que había sido instrumentalizado por los grupos políticos que lo utilizaban para sus fines, pero que jamás en los momentos álgidos de carencias le tendieron la mano. Luego agregó que pablo era un ángel como persona y con su palabra. De la concurrencia se oyó una frase en remarque de que Pablo era ateo. Asunto en el que no hubo discrepancia entre quienes lo conocimos. Pero esto no obsta para que Zogoibi no haya sido un ángel verdadero, en él no existió el acto calculado, el arribismo o interés alguno distinto al que producía su poema. Ajeno a la corrupción hoy tan en boga, fue un hombre totalmente trasparente. Los ángeles son seres bellísimos, han existido siempre desde que la humanidad tiene memoria; el primer registro de un ángel fue hallado en palestina, un toro con alas. En tiempos remotos, su origen es anterior a todas las religiones que conocemos hoy. Stapper añadió sobre el libro que publicamos dedicado la memoria del homenajeado, su mayor  placer fue encontrar el poema, Soneto a Un Lápiz buscado con tenacidad.
El contertulio Frans Saúl Acevedo, relató con tintes mágicos los poderos ocultos del finado. Son esos inexplicables que escapan al sentido lógico. Luego anotó, en una reunión de una universidad privada, frente a una fogata, al mencionar su nombre la llama explotó desapareciendo todo rastro de fuego. Subrayó que él se encontraba buscando en un barrio perdido una dirección que no aparecía por parte alguna, cuando de pronto vio a un poeta y una corazonada le dijo: “Pablo Zogoibi ha muerto“, Instantes después se encontraba frente a su cadáver y luego ayudaría a cargarlo en hombros en el cementerio. Frans fue amigo íntimo de Pablo, tiene mucha tela para cortar, desde los tiempos en que Juan Gualdrón oficiaba de cónsul espontaneo de la Unión Soviética en Bucaramanga. De nuestra parte, agregamos, que nos vimos obligados a aplazar la primera programación porque coincidió con un partido de fútbol, y el viernes comenzó a llover justo  unos minutos antes de empezar el acto, obligándonos a refugiarnos en el auditorio. Motivo por el cual, buena parte de la gente no pudo asistir, pero tuvimos lleno completo.

Aprovechamos para elucidar un asunto que intriga a especialistas y poetas. El origen del seudónimo de Sebastián Antolinez, nombre oficial del vate. Uno de sus amigos entrañables, Fabio Alvarez Blanco, era quien guardaba el secreto: “ Pablo en honor a Neruda, y Zogoibi fue tomado del título de la novela del argentino Enrique Larreta” Eso fue lo que el maestro le dijo a Fabio.